Mi villano favorito 3

Previsible pero divertida, esta "trilogía" es una alegre mezcla para niños de interacción entre hermanos, humor de los 80 y chistes irresistiblemente tontos sobre los minions. La doble dosis de Carell -uno moreno y calvo (Gru), otro con la cabeza llena de pelo rubio y un acento diferente (Dru)- es divertidísima, aunque predecible. El material de los gemelos (intentan "intercambiar" lugares para una cena sin engañar absolutamente a nadie, pero resultando entrañables a pesar de todo) es divertido y fácil de entender incluso para el público más joven. La subtrama en la que Lucy intenta estar a la altura de las circunstancias como madre también es bastante tierna; verla ponerse en modo "mamá osa" es uno de los momentos más destacados de la película. Y la banda sonora de Pharrell Williams se enriquece con éxitos de los 80 de Michael Jackson, Madonna y Nena, así como con una versión en minion de Gilbert y Sullivan, "I Am the Very Model of a Modern Major-General".

En cuanto al villano, el Bratt de Parker es definitivamente más memorable que el antagonista de la segunda película, y su voz es perfectamente adecuada para interpretar a un hombre resentido de mediana edad que nunca llegó a aceptar su caída de la celebridad. Los chistes y bromas de los 80 deberían gustar a los padres de la Generación X/Y, y el disfraz de Parker merece varias carcajadas. Desde la segunda película, los realizadores han atenuado el protagonismo de los minions, lo cual es bueno, ya que un poco de humor minion da para mucho. Pero sigue faltando algo en esta película que no alcanza el nivel de la primera. Aun así, aunque no es la mejor de las películas de Mi villano favorito, al menos promueve mensajes positivos sobre las familias, los hermanos y los amigos leales.