Ted Lasso

Basada en una serie de anuncios que comenzó a emitirse hace casi siete años, Ted Lasso ha afinado y pulido ese concepto original en una serie inteligente, divertida, que toca la fibra sensible y divierte en igual medida. De hecho, desafía aún más las probabilidades al lograr esta última y rara hazaña, ofreciendo una televisión de calidad que te hace reír constantemente, al tiempo que te ablanda el corazón. Hay que reconocer el mérito de Sudeikis, que interpreta a Lasso como el tipo más simpático, pero no a costa de socavar el ingenio del personaje. Este equilibrio se pone de manifiesto de forma brillante cuando Lasso -presionado por la prensa para que demuestre sus credenciales- describe a la leyenda del fútbol David Beckham como "el tipo que la dobla como él mismo". Es una frase divertida que funciona no a pesar del encanto del personaje, sino gracias a él.

No está de más que tanto la serie como el personaje pierdan poco tiempo en evolucionar más allá de la concepción unívoca de los anuncios, estableciendo rápidamente arcos de personajes atractivos respaldados por actuaciones en capas. Sudeikis se lleva la palma como el obscenamente simpático Lasso, pero su reparto secundario -desde el ansioso toallero de Nick Mohammed hasta la gélida dueña del equipo Hannah Waddingham- es igualmente excelente, aportando matices y emociones a papeles que podrían carecer de profundidad en manos menos capaces. Ted Lasso es una serie deportiva divertida y agradable (que, en realidad, no requiere conocimientos de fútbol) y una de las comedia más destacada de los últimos tiempos.